Marketing Político y La Confianza del Consumidor

Estamos en una época donde ya nadie confía en nadie y los estudios de medición de la confianza del consumidor en las instituciones en México

Mucho hemos escuchado de las expresiones faciales y las micro gesticulaciones para detectar mentiras, así como el mirar fijamente a los ojos para detectar la veracidad de nuestro interlocutor, sin embargo, estos supuestos “tips” de detección de mentiras, también lo saben la gente que se dedica a engañar de profesión y constantemente, practican sus movimientos y gesticulaciones para evitar ser evidenciados en una mentira a través de su discurso y su lenguaje corporal.

Estamos en una época donde ya nadie confía en nadie y los estudios de medición de la confianza del consumidor en las instituciones en México, salen francamente con calificaciones reprobatorias. Inclusive las Universidades, que son las instituciones que podríamos decir que son las instituciones en las que “más” confianza tiene el consumidor, seguido de las iglesias, incluso ellas, sacan una calificación de 7 en una escala del 1 al 10. Que, si mi hijo me entregara boletas con puro siete, tampoco estaría muy contento que digamos, ya que son calificaciones casi reprobatorias, de “panzazo” pues, como lo es la educación en México. En el otro extremo y para sorpresa de nadie, los partidos políticos y los sindicatos, ocupan el final de la fila en lo que a confianza se refiere con calificaciones que rondan los 4 puntos sobre los diez posibles.

Los medios de comunicación, año con año también van erosionando su nivel de confianza, en un estudio realizado por el Capítulo México de la American Marketing Association y con una escala del 1 al 5 el ranking de la confianza en los medios, (donde uno significa no confío en absoluto y cinco tengo confianza absoluta), los resultados arrojados por medio fueron de la siguiente forma:

  1. Internet          3.9
  2. Radio              3.4
  3. OOH               3.1
  4. Impresos         2.9
  5. TV                   2.5

Para bien o para mal, por la novedad y la supuesta libertad de expresión de las redes sociales, el internet, es el medio que mejor reputación tiene ante los demás competidores, sin embargo, tenemos que estar conscientes que el internet y las redes sociales son muy manipulables con “bots” y otras linduras que permiten modificar tendencias, y ya que hablamos de la confianza y los medios, y ya que estamos en época de elecciones (como lo estamos la mayoría del tiempo), tengo que hablar forzosamente del marketing y la política, también denominado como Marketing Político; que es la rama del marketing que se dedica a la investigación, planificación, gestión, comunicación, diseño y ejecución de acciones estratégicas y tácticas a lo largo de una campaña política, sea ésta electoral o de difusión institucional, aplicable tanto a personas como a organizaciones.

Hoy más que nunca un político, ya sea de algún partido o independiente, así como las instituciones tiene que tener muy claras sus estrategias y planes de acción en lo que a marketing se refiere con la intención de la obtención de votos. Ya que, si bien sabemos que la corrupción y el clientelismo es lo que impera en épocas electorales, el marketing político es la opción que puede ayudar a los candidatos a sortear y tratar de mejorar la muy baja calificación que tienen en cuanto al nivel de confianza y credibilidad con la que cuentan. Ya que no solo se trata de la imagen pública que ostentan como personas y que sabemos está muy cuidada y ensayada en sus apariciones en público, el marketing como siempre lo decimos, su función básica es la de agregar valor al intercambio y crear experiencias memorables en los clientes objetivos, y es justo aquí donde les falla a los políticos, ya que se encuentran sumamente preocupados por ellos mismos como producto y nada enfocados en los votantes o su público objetivo. Ensayan sus discursos, compran las mejores ropas y cuidan todos los detalles de sus apariciones, pero están dejando de lado lo que precisamente es lo más importante en el marketing; el cliente consumidor, en este caso los votantes y es por ello, que no es de extrañar que sean los que peores calificaciones tienen en cuanto a confianza del consumidor y además no hagan nada para revertirlo.  Ya reza el dicho “Obras son amores y no buenas razones” por lo que en base a insights de la población en general y en afán de ayudar a aquellos interesados en ganar las próximas elecciones, en su plataforma política tendrán que destacar con ACCIONES no con DISCURSOS los temas siguientes acomodados en orden de importancia:

  1. Transparencia total y apertura de cuentas en todos los ámbitos.
  2. Desaparición del fuero.
  3. Disminución de burócratas tanto en el congreso como en dependencias.
  4. Rendición de labores en tiempo real.
  5. Ingresos y jubilaciones similares al del mexicano promedio, con base a resultados.
  6. Posibilidad de remoción antes del periodo establecido.
  7. Atención hospitalaria en instituciones públicas.
  8. Uso de transporte público sin beneficios de choferes o autos.
  9. Disminución de impuestos.
  10. Mayor participación ciudadana.
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