Todos los días en el calendario cuentan con una celebración específica. Algunas son de conocimiento masivo (el día de la madre, del padre, del niño, del maestro), otras son tan oscuras que hasta parecen inventadas (3 de enero, día de beber con popote; 10 de febrero, día de la cultura extraterrestre). Una de las celebraciones que podrían caer en medio de estos extremos, pero que sin duda cobrará mayor relevancia cada año es el día del Internet, y se celebra el 17 de mayo.
Un festejo internacional que tiene por objeto aumentar la sensibilización sobre las posibilidades del uso de Internet y otras tecnologías de la información y la comunicación, además de lo que pueden ofrecer a las sociedades y economías, así como también reducir la brecha digital. Originalmente se instaura un 25 de octubre del 2005, en 2006 se propone a la ONU que se cambie la fecha al 17 de mayo a partir del 2007, por lo que este año se celebran diez años de celebrarse en este día.
A propósito de celebrar al internet y la forma en la que ha cambiado un importante número de aspectos dentro de nuestra vida, una de ellas son las compras en línea. Kantar Worldpanel realizó un estudio sobre el e-commerce o comercio electrónico donde señala como este no trata bien a aquellos que llegan tarde, por lo que la prioridad para las marcas que quieran sumarse a las compras online, deberá ser entrar en la lista de compras, ya que los datos de la agencia de investigación de mercados muestran que el 55% de los compradores online repiten lista de compras. Es una de las ventajas, ahorro en tiempo, que tiene este medio para los compradores y las marcas.
Aún cuando hasta ahora ha sido una industria con un crecimiento pequeño, se espera que para el 2025 la venta de productos online llegue a $150 mil millones de dólares a nivel mundial, cifra que tiene más sentido a medida que el consumidor valora más el tiempo que dedica a estas actividades y utiliza más sus dispositivos electrónicos. Hablando de estos gadgets, se estima que la mitad de la población actualmente cuenta con ellos y que para el 2020, lo hará el 80% de la población. De los $150 mil millones de dólares del 2025, se espera que un 3%, es decir 4.5 mil millones pertenezcan a Latinoamérica.
El 31% de los hogares latinoamericanos buscan y/o compran productos y servicios online, cifra atractiva, sobre todo cuando se contrasta con el estudio de cómo el 73% de los consumidores que no compran online es porque prefieren tocar los productos antes de comprarlos, siendo en México aún mayor con un 84%. Algunas otras barreras para comprar vía internet en la región es que 39% de la gente aún tiene desconfianza de ingresar sus datos para comprar online, mientras que el 35% no tiene acceso o no sabe usar internet, 10% prefiere tener asesoría de un vendedor y el 8% asevera que es más cara la compra en línea.
De la cifra del 31% de aquellos que buscan y/o compran productos o servicios online, poco más de la mitad, es decir, el 16% se podría catalogar como ‘curioso’: están checando información o buscando el mejor precio en línea y terminan comprándolo offline es decir en las tiendas físicas. Los productos que más se buscan en internet incluyen productos de electrónica, electrodomésticos, ropa y calzado, vacaciones, entretenimiento, muebles y juguetes.
Una tercera parte de los compradores online consideran que las promociones en internet son más interesantes que las disponibles en las tiendas físicas y valoran la capacidad de obtener toda la descripción del producto, además de poder comparar precios en diversos sitios, la practicidad de comprarlo en cualquier momento y lugar, además de las promociones exclusivas.
Aunque el e-commerce se ha rezagado en Latinoamérica a comparación con otras regiones del mundo, la realidad es que hay mucho que aprender. Algunas barreras por romper para que crezca el e-commercer no solo en México sino en toda la región son:
1. Adaptarse al mercado Sin duda algo que el mercado latino agradecerá es que las entregas sean más rápidas y que las interfaces de pago sean sencillas. Dar opciones de pago en efectivo contra entrega puede ser una vía de crecimiento.
2. Garantía sobre el producto: Querer ver y tocar el producto es de las cosas más importantes para el cliente, esto está relacionado con la necesidad de siempre tener productos de primer nivel. Al garantizar la satisfacción con un producto, se eliminarán muchos de estos temores.
3. Foco en el servicio al cliente: La proliferación y el desarrollo de dispositivos electrónicos permiten tener una comunicación constante entre la marca y los clientes. Según los datos de Kantar Worldpanel muestran que el usar el internet para buscar información es un buen indicador de que se realizará una compra. El servicio al cliente es increíblemente valorado en Latinoamérica y aquellos que utilicen el e-commerce tienen que imitar la forma en que los servicios offline lo ofrecen.
4. De boca en boca: en esta parte del mundo, la opinión que den los conocidos sobre un producto o un servicio puede influir en la forma de comprar en especial si se habla de la satisfacción con la compra y el poco riesgo que implico. Es la manera más directa de romper con las barreras, a través de compartir experiencias.
“A estas alturas, la compra online ya no es un concepto nuevo, ni mucho menos extraño. Retailers, fabricantes e incluso consumidores tienen que encontrar no sólo la forma de adaptarse, con tal de no perder las oportunidades actuales, sino más importante aún, no perder oportunidades en el mercado futuro. Actualmente, el principal ganador de este ajuste entre los mercados online y offline es el consumidor, ya que cuenta con una amplia gama de opciones que mantienen los precios competitivos entre plataformas y tiendas. El reto es claro, pero las herramientas están ahí para todos, celebren el día del Internet o no” comentó Fabián Ghirardelly, Country Manager de Kantar Worldpanel México.